La vida en otra frecuencia

La vida en otra frecuencia

Desde muy joven supe que veía la vida de manera distinta. 

Cuando trato de encontrar la palabras correctas para describir mis pensamientos o emociones a lo largo de mi vida, me cuesta mucho trabajo. Me siento ansioso, bloqueado, estresado.  Las piernas se me vuelven locas, y quiero hacer cualquier otra cosa menos pensar en eso.  

Si miro hacia atrás, podría describirlo así: internamente, mi cabeza y mis emociones estaban en una lucha constante por mantener la calma en medio del ruido del mundo, que para mí se sentía estridente. Aunque en apariencia no lo fuera. 

Las multitudes me bloqueaban (y aún lo hacen). Las manos se me ponen frías, me sudan, la respiración se me agita. 

En el colegio, la universidad, las pocas veces que salí de noche, a bares o a discotecas con mis hermanas y sus amigos, me esforzaba por mantener la calma. Un momento de disfrute o aprendizaje era para mí un esfuerzo tedioso. 

Con todo el boom del bienestar de los últimos años, y lo poco que he aprendido sobre estos temas, creo que sin saberlo, aplicaba técnicas de meditación para estar bien. Tal vez estos ejercicios de observación de mi entorno crearon una curiosidad inacabable por encontrar el misterio dentro de la cotidianidad. O tal vez lo cotidiano me parece misterioso. 

Cuando me diagnosticaron con autismo, empezó mi camino por comprenderme mejor. Empezar este blog nace del deseo de compartirles mi proceso creativo, pero también es una forma de seguir conociéndome. 

Para mi, este es un ejercicio de libertad. Las personas como yo habitamos la  frontera de lo social con lo introspectivo, entre lo lógico y lo emocional. Quiero hablar sin filtros sobre mis experiencias, mis retos, mis logros. Quiero contarles que convivir con una condición no representa un freno a la posibilidad de salir adelante, a pesar de los problemas. 

Quisiera que tanto yo, como ustedes, cuando esten aqui, y lean esto, miren el mundo con otros ojos, así sea por unos minutos. Los ojos de alguien que está aprendiendo que ser diferente no es una debilidad, es simplemente una manera de ser auténtico e ir a tu propio ritmo.

Con mucho cariño, Mark.

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